Escrita por David Bustamante

Si algo caracterizo a la marca amarilla en el último tiempo, es que más alla de ser un territorio de desarrollo. la alta calidad en su espectáculo, tanto semanal como en TakeOver, lo ha transformado en el tercer show de la empresa, con un público fiel que incluso lo prefiere a los eventos del roster principal.
Esto no fue gratuito, se construyó en base a un gran trabajo y si bien es cierto que en el último tiempo se perdió, de a poco se está volviendo al relato de historias que en su momento lo caracterizo.
Todos estos factores los analizaremos en la columna a continuación.

Me gustaría centrarme especialmente en una historia que a mi gusto es el gran peak de NXT. No quiero enredarme en detalles, pero la manera en que construyeron a Sami victoria a victoria (Tyson Kidd, Titus O’neill y Tyler Breeze) para ser un rival creíble para (Adrian) Neville, en ese momento campeón de NXT, es memorable.
Luego viene la primera lucha donde Sami Zayn domina de gran manera, mostrándose como un luchador apto para ser campeón, pero que culmina con un final polémico, algo absurdo si se quiere, con Neville reteniendo el título.

Claramente esto no termina ahí, se pacta una revancha para NXT Takeover Revolution donde los papeles se invierten, es Neville quien domina, pero el final esta tan bien escrito que no sorprende cuando finalmente Zayn logra merecidamente el título, ovación de Full Sail mediante. Si usted no ha visto o no sabe de lo que hablo le recomiendo que se dé un tiempo de ir a la Network, In Ring, WWE NXT, 2014, desde el capítulo 245 hasta el TakeOver Revolution.

Es tanta la calidad de esta lucha que Dave Meltzer le dio 4.75 estrellas, la mejor puntuación de todo WWE, incluyendo roster principal en 2014. Pero esto no es casualidad ni un hecho aislado. Incluso en el mismo PPV podemos ver el debut de Kevin Owens que había sido presentado como el mejor amigo de Sami, tras la celebración de su título KO traiciona al ahora ex amigo y se da inicio a un nuevo feudo que terminaría dándonos momentos memorables incluso en el roster principal. También una lucha entre ellos, esta vez en NXT Takeover Unstoppable, nos traería el debut extrañamente como face de Samoa Joe, nuevamente esto sería bien usado para aliarlo con Finn Bálor en el Dusty Rhodes Tag Team Classic donde se haría hincapié en su amistad, nuevamente una traición, turno de Joe de virar a heel con el correspondiente feudo con Bálor que acabaría con el de Samoa como campeón luego de 3 intentos. Ejemplos podemos dar por montones, como se construyó a Bayley para que terminara con el título femenino, sin ir más lejos.

Lo que buscamos mostrar es que la razón principal de porque NXT era tan buen programa es que había historias muy interesantes, que te hacían esperar con ansias la semana siguiente. En un momento donde en el roster principal los feudos se daban sin razón alguna y Smack Down estaba de adorno, esto fue un gran contraste.

Pero esto tuvo un final, como era de esperarse los pilares de este suceso fueron uno a uno ascendiendo, complicando en la marcha a la marca amarilla que vio como en pocos meses sus principales figuras ya no estaban. Esto provoco que tal como en Raw se iniciaran feudos sin motivos y la calidad del programa bajara, esto en algunos momentos pudo ser justificado como la rivalidad Zayn-Nakamura. Sami necesitaba su última lucha antes de partir del programa de los miércoles, el King of the Strong Style por otro lado venia llegando y había que mostrarlo fuerte de entrada.

Pero si analizamos el ultimo PPV de la marca, Takeover Brooklyn II, ninguna de las luchas venía precedida de una gran historia detrás. Austin Aries venció a No Way Jose tras un feudo que se inició por una traición de Aries mientras bailaban sobre la mesa, se vio tan ridículo como suena; la oportunidad a Nakamura contra Joe fue de la nada. Solo el Asuka-Bayley tenía algo detrás, pero nada muy elaborado, sumado al apuro por ascender a la abrazadora. Incluso en la lucha entre Andrade y Bobby Roode, que también nació de la nada, el público aplaudió a Roode que era heel y abucheo a Cien Almas que se suponía face, si bien puede parecer normal en esta era donde es muy difícil mantener el Kayfabe, este hecho es algo peculiar en NXT donde los personajes eran siempre tan bien construidos que rara vez se aclamaba al malo de la historia.

Por suerte en la marca amarilla se preocupan por entregar un buen producto y a partir de este PPV han realizado una gran labor para construir las rivalidades que veremos en Takeover Toronto. A partir de la derrota de Samoa Joe se construyó una rivalidad con Nakamura, con este siendo lesionado por su rival, luego de esto el samonano exigiendo la presencia de su rival intervendría bastantes luchas hasta que el japonés finalmente volvería para darle la revancha en Canadá.

The Revival, que ya venía de un feudo previo con Gargano y Ciampa, se retiraría del Dusty Rhodes Tag Team Classic de este año solo para en la siguiente ronda amargar la victoria de sus rivales; lo que provocaría una lucha por el campeonato en parejas. Pero quizás el caso más simbólico es el de Andrade y Booby Roode; el primero ante no poder capturar el cariño del público fue virado a Heel, en tanto ‘’Glorious’’ formaba pareja con el querido Tye Dilliger solo para abandonarlo en medio de una lucha y así por fin cambiar los aplausos por pifias.

Es cierto que NXT no es el mismo programa que hace un año, pero como vimos de a poco están volviendo a traernos historias, esperamos que esto culmine en un futuro cercano en feudos del nivel que ya nos mostraron. Es bueno que por lo menos en algún programa de WWE se preocupen de mejorar el producto.

Una respuesta a “La reconstrucción de NXT

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