Estamos a días de ver a Floyd Mayweather; uno de los mejores boxeadores de la era moderna y que busca estirar su racha de victorias a 50, enfrentarse al doble campeón de la UFC y tal vez el luchador de Artes Marciales Mixtas más popular del momento; Conor McGregor.

La premisa de la pelea son los billetes que hay de por medio, 1000 millones de dólares en total, los egos de ambos peleadores y el saber de una vez por todas (?) que disciplina de combate es la mejor del mundo mundial: Boxeo o MMA.

A lo largo de la historia ha habido todo tipo de peleas, pero la más “espectaculares” por lo general involucraron a un oso y un fajo de billetes para el humano victorioso que lograse salir de la jaula sin haber perdido algún brazo o pierna. Bruno Sammartino solía ganarse las lucas luchando con osos antes de que su carrera como luchador tomara vuelo y se convirtiera en el campeón con el reinado más extenso en la historia de la WWE. Otro ejemplo son los inicios de la UFC, el primer evento de la compañía ahora propiedad de WME IMG consistió en un campeonato en donde que se buscaba saber qué estilo de combate era el más dominante. Royce Gracie con su Jiu Jitsu brasileño fue el vencedor y se llevó el premio de 50.000 dólares.

Sin embargo, hace unos 40 años, hubo una pelea que para muchos fue la pionera de las Artes Marciales Mixtas y que cuya premisa fue Boxeo vs Lucha Libre. Los protagonistas fueron dos iconos de sus respectivas disciplinas: Muhammad Ali y Antonio Inoki.

Hay distintas versiones en cuanto a cómo se gestó la pelea, la “versión oficial” data de abril de 1975. Cuando Ali conoció a Ichido Yada, presidente de la Asociación Japonesa de Lucha Amateur durante una recepción de un evento celebrado en alguna parte de los Estados Unidos. Aparentemente Ali, fiel a su estilo de fanfarria le dijo a Yada que no había ningún luchador oriental que le diera en una pelea mano a mano. Las declaraciones de Ali llegaron hasta Japón, en donde fue noticia nacional y fue en ese momento en el cual Inoki aceptó, el japonés le ofreció 6.000.000 de dólares para pelear en el Nippon Budokan. El hombre antiguamente conocido como Casius Clay aceptó en un dos por tres.

“La pelea de Ali en Tokyo fue básicamente un cuento de Bob Arum (Promotor de Boxeo) […] Iríamos allí, que todo estaba craneando, una broma para pasarla bien, pero cuando llegamos vimos que no había nadie riendo.” – Ferdie Pacheco, Doctor Personal de Muhammad Ali

La pelea ya tenía fecha y lugar: 26 de junio en el Budokan de Tokyo.

1976 Muhammad Ali vs. Antonio Inoki On-site Fight Poster.... Boxing | Lot  #55126 | Heritage Auctions

Las entradas se vendieron como pan caliente y en cuestión de días ya estaban agotadas, mientras que, en los Estados Unidos, Vince McMahon Sr, estaba a cargo de promover la pelea en los Estados Unidos. En esa época no existía el Pago Por Ver con decodificadores, antenas y cables, pero existía una opción que era bien accesible y que tenía el nombre de “circuito cerrado”. La cual consistía en ir a cines autorizados a lo largo de los Estados Unidos, pagar 10 dólares por un boleto y ver el evento cómodamente sentado en una butaca.

La cartelera del evento no solo era Ali vs Inoki, sino que también contó con la presencia de Chuck Wepner; boxeador que inspiró a Sylvester Stallone para crear a Rocky Balboa. Wepner se enfrentó a Andre el Gigante en el Shea Stadium como previa al evento principal que se disputó en Tokio.

Cuando el estadounidense y el japonés se vieron las caras para promocionar la pelea, el oriundo de Kentucky bautizó al Inoki como “El Pelicano” por el gran tamaño de su mentón a lo cual el japonés mediante un traductor respondió. “Cuando tu puño impacte mi mentón preocúpate de que no esté lastimado”.

Otro punto controvertido junto a la reunión que gestó la pelea fue de que si Ali tenía conocimiento de que esto estaba predeterminado o él se creyó que iría a Japón y molería a combos a Inoki, porque él sabía que era capaz de hacer algo así y con facilidad. Según un reportaje del diario británico, The Guardian, cuando Ali firmó el contrato de la pelea, estaba estipulado de que perdería. Sin embargo, el periodista especializado en Boxeo, Jim Murphy, dijo que la pelea iba a tener un “Dusty Finish” o un final desordenado como los que se ven ahora día por medio en la WWE.

El supuesto final tendría al árbitro recibiendo un golpe por parte de Ali, posteriormente el boxeador estadounidense iba a tratar de ayudarlo, para terminar, recibiendo una patada en el rostro por parte de Inoki y perder de forma digna en suelo japones. 

No obstante, cuando él supo de la idea se mostró en contra de poner práctica. Por el otro lado, la versión del luchador japonés cuenta de que Ali firmó bajo la premisa de que esto era solo una pelea de exhibición, en donde no tendría que hacer un mayor esfuerzo y se iría a casa con un cheque de 6.000.000 de dólares, pero tras ver a su rival entrenar cayo en cuenta de que el asunto iba en serio.

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A solo días de la pelea, el equipo de Ali se reunión con el equipo de Inoki para renegociar las reglas de la pelea, saliendo las primeras restricciones. El japones tenía prohibido tacklear y patearlo a menos que uno de sus pies estuviera tocando el ring. Mientras que Ali tenía vía libre para atacarlo si estaba en el suelo. El público asistente y la prensa no supo de las reglas hasta tiempo después.

Ali era un fanático reconocido de la lucha libre desde su infancia, su luchador favorito era “Classy” Freddie Blassie, miembro del Salón de la Fama de WWE y que para esa ocasión en Japón fue integrante de su equipo.

Round 1: Inoki va directo al suelo y empieza con las patadas, mientras Ali trata de agarrarlo, pero es imposible con los guantes que lleva puesto, por lo que se ve forzado a dar pequeños patadones hacia el gigante japonés que yace acostado en el ring.

Inoki respondió propinándole sus potentes patadas a la pierna izquierda de Ali. El equipo del boxeador estadounidense le grita que se mueva de ahí, mientras que su rival lo sigue para patearlo de forma certera en la pierna izquierda, que paso a ser su blanco predilecto.

Ali vs Inoki R1

Round 2: Inicia el round e Inoki sigue con las patadas, mientras cae al suelo esperando el momento para atacar. Ali se mofa, pero no sabe cómo responder, mientras sigue evitando los golpes del luchador japonés. En tanto que Inoki logra conectar una parada en la zona del abdomen, pero el árbitro interviene y le dije en inglés, “debajo de la cintura”.

Ali vs Inoki R2

Round 3: Misma estrategia de los dos rounds previos para Inoki. Algo que asombra es que Ali hasta el momento no ha logrado conectar algún golpe, mientras que Inoki logró concretar dos patadas fortísimas en sus piernas. El equipo de Ali a los gritos da órdenes a lo que el boxeador dice que cierren la boca y que lo dejen pelear tranquilo.

“¡Shut up motherfuckers, let me fight!” – Muhammad Ali

La tónica sigue siendo la misma con Inoki conectado patadas a la pierna izquierda de Ali hasta el fin del tercer asalto.

Round 4: Ali está ya empezando a impacientarse por conectar un golpe, pero le es imposible con Inoki estando casi siempre recostado en el ring. Finalmente, logra atacar tras ser arrinconado en el Ring por el propio Inoki y empieza una guerra de patadas, que dan la impresión de ver a dos niños pelear, el árbitro tiene que intervenir para poner orden.
Ali encara Inoki y diciéndole que “Yo pensé que Inoki podía luchar”.

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La tocada de oreja de Ali lleva a Inoki a responder de forma no verbal con una suerte de “Superkick” que casi impacta en el rostro de su rival. Nuevamente, el esquinero es escenario de una guerra de patadas entre ambos. Ali se sujeta de la primera cuerda para tratar de pisar al japonés que lo tiene acorralado y en posición para patear, otra vez el árbitro interviene y los separa.

Ali vs Inoki R4

Round 5: El round empieza con Inoki de pie, para luego irse al suelo y en posición de ataque. Inoki logra patear a Ali y este cae en las cuerdas, el público vitorea la acción y exclaman su apellido “Inoki, Inoki, Inoki!”, mientras Ali agita su brazo para conseguir apoyo popular.
Uno de los tobillos de Ali está cubierto de sangre, las patadas del japonés ya le están pasando la cuenta. “Inoki es un cobarde” dice Ali, a lo cual Inoki responde con otra certera patada a una de sus rodillas.

Round 6: Inoki va al ataque y empieza con las patadas, en menos de un minuto logra conectar dos patadas a las piernas de Ali, quien ya está mostrando los primeros signos de cansancio. En tanto que el árbitro con gestos le dice a Inoki que las patadas deben ser hechas con el lado del pie y no con el empeine.

Ali provoca y empieza a dar sus primeros frutos cuando logra interceptar los pies de Inoki, cayendo al suelo en el acto, mientras que Inoki responde con un codazo a la frente. Segundos después, Ali finalmente tiene una pequeña ventaja por sobre el japonés y lo ataca con una serie de patadas al muslo y a la rodilla.

Round 7: Se llega al punto medio de la pelea y Ali ya está teniendo problemas con sus rodillas, pese a las limitaciones, Inoki tiene la ventaja, en tanto que Ali sigue sin poder conectar puñetazos.

Inoki conecta otra patada y Ali responde con lo mismo hasta que finalmente logra conectar el primer puñetazo a su rostro. Acto seguido, Inoki lo patea y logra botarlo, pero Ali se levanta rápidamente y retoma su faceta defensiva.

El japones sigue conectado patadas a las piernas de Ali, si esto fuera fútbol, Inoki ya hubiera hecho como siete goles.

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Round 8: La pierna izquierda de Ali está de mal en peor e Inoki ha sabido aprovecharlo.
El octavo asalto de los quince estipulados, parte con el árbitro, Gene Belle demandando que las botas de Inoki sean encintadas en la punta, ya que los corchetes que afirman el cuero con la suela de la bota se están desprendiendo y pueden causar cortes severos en las piernas de Ali.

La acción se reinicia con Inoki conectando más patadas a la pierna izquierda de Ali.
Nuevamente la acción se interrumpe para reparar una de las botas de Inoki con una labor lista en menos de 45 segundos.

La pelea ya se convirtió en un festival de patadas de las que se ven en las pichangas de barrio y nuevamente el árbitro detiene la pelea para que las botas de Inoki sean encintadas. Las interrupciones no parecen afectar al luchador japonés, ya que sigue conectando patadas.

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Round 9: Noveno asalta e Inoki conecta por enésima vez otra certera patada a la pierna izquierda de Ali. El boxeador de peso pesado se pone a bailar, para luego recibir otra patada que lo desequilibra, pero rápidamente se levanta y continúan con la extraña contienda en tierras niponas.

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Round 10: Seis asaltos quedan e Inoki va al ataque de forma inmediata, mientras que Ali responde con patadas. El campeón mundial logra conectar el segundo puñetazo de la noche a la cabeza del luchador japonés que parece no despistarlo.

Inoki logra conectar dos patadas al hilo y logra agarrar a Ali, el cual se aferra en las cuerdas para no caer. El japonés conecta otra patada, en tanto que Ali recibe una reprimenda por parte del árbitro por patear con el empeine y no con el lado del pie.

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Round 11: Inoki conecta más patadas. Ali ya está empezando a decaer con mayor fuerza.

Round 12: Ali recibe de forma casi seguidas 10 patadas por parte de Inoki, a la vez está más cansado y es imposible de que pueda hacer ataque alguno ante un Inoki que está expectante para acabar con la pelea de una vez por todas.

Round 13: Las piernas de Ali están al borde del colapso, en especial la pierna izquierda. Inoki sabe que es ahora o nunca, si logra hacer un “Bodyslam” la victoria será suya tras 12 asaltos llenos de patadas.

Inoki no se va a al suelo, sigue en pie y en posición de ataque. Yendo directo a Ali para llevarlo al esquinero y propinar el “Bodyslam” de la victoria, pero no lo consigue y termina separado por el árbitro.

Inoki intenta por segunda vez, pero Ali se aferra en las cuerdas y logra zafarse. El boxeador estadounidense amenaza con abandonar la pelea si su rival lo sigue atacando de la cintura para abajo. La pausa ayuda a Ali a recuperar su aliento y posterior a eso logra conectar un tercer puñetazo.

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Round 14: El árbitro anuncia que Inoki ha sido penalizado con la pérdida de un punto por su golpe bajo, quedan dos rounds y está más compuesto físicamente. Mientras que Ali baila al borde del ring, esperando el momento preciso para atacarlo y noquear a su rival.

Hablando de golpes, los dos puñetazos que recibió Inoki en los rounds previo ya están haciéndose notar en su rostro con una hinchazón en su ojo derecho. El japones le reclama a su rival que venga al borde, cerca de las cuerdas. Ambos se ponen cara a cara y ahí es cuando el oriundo de Kentucky logra golpear a Inoki por cuarta vez.

Round 15: Último asalto, todo o nada para ambos hombres, la pierna izquierda de Ali está hinchada y llena de moretones. Los últimos momentos del round parecen una pelea de boxeo con ambos esperando el momento para atacar. Inoki conecta otra patada, mientras que Ali está cerca de las cuerdas, pero no ataca, a lo más un combo que roza la frente del japonés.

La pelea llega a su fin después de 15 asaltos, ambos hombres se abrazan al centro del ring a la espera del veredicto final.

Inoki hugs Ali

El resultado fue un empate, una derrota digna para Ali, pero que le costó caro con una de piernas para la miseria. Años después, el promotor de Ali y uno de los artífices de la pelea, Bob Arum contó a The Guardian, que su boxeador tuvo dos coágulos severos en su pierna izquierda y que estuvo al borde de que fuera amputada. El famoso trabajo de pies que caracterizó a Ali nunca volvió a ser el mismo.

La pelea también le pasó factura a Inoki, quien colapsó una vez que entro a los camerinos y ademas de que las 64 patadas que le propinó a Ali le fracturaron un pie.

La pelea fue un fiasco, yo la tuve que ver para hacer este post y si esto hubiera ocurrido en tiempos modernos, la carrera de ambos estaría por los suelos, el hoyo financiero hubiera sido tremendo y la prensa la criticaría a diestra y siniestra.

Con el paso de los años, Ali e Inoki siguieron en contacto. Un año después de la pelea, Inoki recibió una invitación por parte del boxeador para asistir a su matrimonio. Durante la Guerra del Golfo, ambos fueron negociadores para liberar rehenes estadounidenses y japoneses que estaban secuestrados en Bagdad, Irak. Ambos negociaron con Sadam Hussein, el entonces presidente del país y enemigo número de los Estados Unidos. Los dos lograron su cometido.

Ali estuvo presente en la última pelea como luchador de Inoki en 1998 en el mismo escenario en donde se enfrentaron por primera vez en 1976.

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Foto gentileza de AP/Daily Mail.

Otro punto en común de ambos era la religión, Ali se convirtió al Islam cuando estuvo preso por no querer ir a la Guerra de Vietnam, pasando de Cassius Clay a Muhammad Ali. Inoki hizo lo mismo cuando estaba en Bagdad, entró a una Mezquita convirtiéndose en Muhammad Hussain, aunque él es un musulmán no practicante.

Ali falleció el 3 de junio del 2016 a los 74 años tras 32 años de lucha contra el mal de Parkinson.

“Gracias a Ali fui capaz de hacer política y diplomacia de forma diferente. Por eso le doy las gracias.” – Antonio Inoki

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