En esta nueva entrega previa a la versión 2021, revisamos lo ocurrido en plena construcción estelar de Daniel Bryan en pos de Randy Orton y The Authority, con Shawn Michaels como invitado, y el final de la historia entre CM Punk y Paul Heyman, entre otras cosas. PPV desarrollado la noche del 27 de octubre del 2013 en el American Airlines Arena de Miami, FL.

Seguimos haciendo la previa a WWE Hell In A Cell 2021 repasando alguna de las versiones anteriores, ya revisamos la versión 2010 (ver artículo) y ahora analizaremos Hell In A Cell 2013.

Este PPV tendría dos enfrentamientos dentro de la estructura a la que le debe su nombre: El primero era el de CM Punk y Paul Heyman, que ya había tenido a Brock Lesnar al frente de Punk, pero que acá teníamos al nunca bien ponderado Ryback como aliado del ex-representante del Best In The World. El segundo, un nuevo capítulo de una de las mejores historias que WWE ha contado en los últimos 10 años, con Daniel Bryan teniendo que trabajarse a punta de esfuerzo su merecido lugar dentro de los mejores en WWE padeciendo a The Authority y a Randy Orton, quienes injustamente lo despojaron de un WWE Championship en confabulación con un referee en Night Of Champions. Bryan y Orton se encerrarían en la Hell In A Cell y disputarían el título vacante, con Shawn Michaels (especialista en arbitrajes parciales y amigo de Triple H) como Special Guest Referee.

Estas y el resto de las luchas, las revisamos a continuación:

Hell In A Cell 2013 arrancaba con una Triple Threat Match por el WWE Tag Team Championship, donde Cody Rhodes & Goldust defendían ante The Usos y The Shield (Seth Rollins & Roman Reigns), estos últimos habían perdido los cinturones hacía sólo dos semanas gracias a una intervención del (en ese entonces) suspendido Big Show. Son de esas luchas que se sienten que van de menos a más y que cumplieron a cabalidad en poner las expectativas al tope de cara al resto del PPV. El veterano Goldust se vio impecable cuando le tocó competir con The Shield, los entonces llamados a ser los elegidos, mientras la agilidad de The Usos terminaron siendo vitales para el repunte del ritmo de la lucha y Cody, de poca acción, dejaría un Superplex con Rollins hacia afuera aterrizando sobre el resto y sería el que le daría la victoria a él y a su hermano tras un enérgico Cross Rhodes sobre Rollins. Cuenta de tres y los favoritos del público se imponían.

Se veía a Triple H conversando con Shawn Michaels, quien oficiaría de Special Guest Referee en el WWE Championship Match, por lo que se generaban especulaciones sobre la imparcialidad de Michaels con la polera a rayas puesta. Hombre…

Lo siguiente era un segmento, donde un maltrecho The Miz, obra de The Wyatt Family, aseguraba no tener el alta médica para competir, pero sí las ganas de enfrentar a Bray Wyatt. Éste le respondía desde el titantrón con sus tétricas frases, mientras que Luke Harper y Erick Rowan salían a emboscar a The Miz. La gente ya preveía lo que vendría, y se concretó. Kane saldría a vengarse de los que lo convirtieron en su primera víctima en su debut, pero también atacó a The Miz. Tras esto, Kane terminaría cambiando el aspecto infernal por el corporativo, incorporándose a The Authority.

Continuábamos con un Mixed Tag Team Match con Fandango & Summer Rae enfrentando a The Great Khali & Natalya (c/Hornswoggle). Una lucha que no debió haber durado más de cinco minutos, planteada en la cobardía de Fandango de decidir refugiarse en su compañera cada vez que era amenazado por Khali y que la nota más decente la dieron las mujeres. Summer terminó sorprendiendo a Nattie con un Roll-Up para la cuenta de tres.

A continuación, la lucha que salía de un reto en el Kickoff, donde Dean Ambrose debió defender el United States Championship ante Big E Langston. La idea era hacer lucir poderoso a Big E y así se fue dando gran parte del combate, donde sacó a relucir todo su arsenal físico ante un Ambrose que no quería saber nada de la lucha o contraatacaba con su estilo brawler. Big E terminó con un visible corte en su ojo derecho tras chocar con Ambrose en un Lariat y tenía todo para ganar. Efectivamente ganó, pero por Count Out, así que Ambrose siguió siendo el United States Champion tras esa lucha. Big E de igual forma se la cobró conectando su Big Ending. Inicialmente, Big E iba a enfrentar a Curtis Axel por el Intercontinental Championship, pero no se dio por una lesión de Axel e improvisaron desde el kickoff con Ambrose y el otro título midcard, pero la idea era la misma, ya que semanas más tarde, Big E Langston derrotó a Axel y se convirtió en el Intercontinental Champion.

La Hell In A Cell descendía por primera vez en la noche para albergar el 2-on-1 Handicap Match en donde CM Punk desafió a Ryback & Paul Heyman. Esta estipulación la escogió Punk tras ganar en RAW dos semanas antes un Beat The Clock Challenge a Ryback. Para lamento de Punk, Heyman no ingresaría a la estructura, sino que ascendió hacia el techo de la misma en una especie de grúa, mientras cortaba una promo que se entendía que él era el Diablo y que Punk alguna vez le vendió su alma, por lo que se sentía “dueño de Punk”.

Punk y Ryback lucieron bastante decentes pese a la nula química entre ambos, Ryback fue dominante al principio, pero Punk iba yendo de menos a más, eso también mostrado en las expresiones de Heyman cuando las cámaras lo enfocaban desde la cima y lo mostraban cómo pasaba de la confianza a la desesperación, que si ese fue su recurso aún no siendo un participante activo de la lucha, vaya que ayudó. Un Kendo Stick y una mesa fueron los objetos usados, el hombre del Feed Me More usó la mesa con un dejo de mala intención sobre la entrepierna de Punk, pero terminaría rompiéndola él gracias a un Diving Elbow Drop del autodenominado Best In The World, quien lograría la victoria después de la GTS. Finalizado el combate, Punk se armaría de otra Kendo Stick y treparía por la estructura para acabar con un Heyman que no tenía para dónde huir. Los garrotazos con el arma y un GTS para coronar serían el cierre de la rivalidad de meses entre Punk y Heyman, en un año que ni el propio Punk se lo valora, pero dio cosas interesantes.

Pasábamos a una nota en backstage donde Renee Young entrevistaba a Daniel Bryan, quien esperaba que Shawn Michaels fuera un referee imparcial (!) y hacía alusión al nacimiento del “YES!” Movement en esta misma arena, junto con llegar desde abajo a ser WWE Champion.

Volviendo al ring, era el turno de Los Matadores (c/El Torito) enfrentando a The Real Americans (c/Zeb Colter). Esta rivalidad armada bajo un tenor de racismo del equipo de Antonio Cesaro & Jack Swagger dirigido por el patriota Colter hacia el malogrado intento de personajes toreros de los puertorriqueños Primo & Epico. Lucha bastante entretenida, en esa época, hace casi 8 años veíamos a la gente disfrutar del talento de Cesaro, que también luchaba para la galería aún siendo heel, luciéndose con una larguísima Cesaro Swing sobre uno de sus rivales, Swagger también se vio dominante con su clase técnica, pero la victoria terminó siendo de los latinos. Tras la lucha, Los Matadores y El Torito humillaron a sus rivales, Colter incluido.

Seguíamos con la lucha donde Alberto Del Río defendió el World Heavyweight Championship ante John Cena, en una historia basada en la rápida recuperación que tuvo Cena tras una cirugía por lesión en su tríceps. Del Río obviamente centró sus ofensivas en la extremidad convaleciente de Cena, mientras éste cumplía con su habitual rol de superhéroe, luchando como si nunca hubiese pasado por el quirófano. También veíamos a Damien Sandow mirando la acción para ver si tenía la oportunidad de dejarse caer como Mr. Money In The Bank. Tras escaparse de la Cross Armbreaker, Cena conectó a Del Río con su Attitude Adjustment y lograría la cuenta de tres para convertirse en el nuevo World Heavyweight Champion.

Seguíamos con el Divas Championship Match, donde AJ Lee (c/Tamina Snuka) defendía ante Brie Bella (c/Nikki Bella). Otro buen working de AJ, demostrando nuevamente su infravaloración en los buenos años venideros de la Women’s Division. Si algo tuvo de bueno esta lucha, fue gracias a ella, tanto en las secuencias a su favor, mostrando ese perfecto toque de manejo de llaves y gestos de locura, como con la liviandad con la que recibía los golpes de Brie, haciéndolos creibles. El trabajo de AJ se notó y mucho, por más que mostraran insistentemente a Nikki en ringside. Golpe accidental de Brie a su hermana, que intentó frenar una eventual intervención de Tamina, y AJ encerraría a Brie con su Black Widow para lograr otro triunfo por rendición en su merecido run de campeona.

Un segmento promocional del WWE 2K14 con Prime Time Players y Bob Backlund y una nueva charla en off entre Triple H y Shawn Michaels, que dejaba la sensación de que Michaels hacía caso omiso de supuestas indicaciones de Triple H para beneficiar a Randy Orton. De hecho, antes del Main Event, se emitió una intro del combate centrada en el rol que cumpliría Michaels, discrepando de Triple H en pos de la calidad de Daniel Bryan y asegurando que iba a cumplir un rol parcial…

Y finalizábamos con Daniel Bryan frente a Randy Orton, en la Hell In A Cell Match válida por el vacante WWE Championship, con Shawn Michaels como Special Guest Referee. La lucha partió explosivamente, con Bryan obligando a llevar a su ritmo a Orton, quien se vio obligado a usar recursos que normalmente usa bien entradas sus luchas, obviamente hubo uso de objetos contundentes como los escalones y un montón de sillas puestas que Bryan no alcanzó a recibir de lleno tras un Superplex de Orton, que el mismo Michaels —de imparcial cometido hasta ahí— vendió con su rostro de impacto. Como era de suponerse, Triple H de alguna forma debía estar involucrado, haciendo eco de que las charlas anteriores eran para persuadir a Michaels y así perjudicar a Bryan, pero en el intertanto Michaels no vio que Orton pudo haber hecho la cuenta de tres. Así vinieron las discusiones, el respectivo empujón a Michaels, que como todo árbitro, debió venderlo en estado casi inconsciente, Triple H logró entrar a la estructura para ver a Michaels y sacar a Bryan, pero éste le respondió con su Running Knee. Todo listo para la fiesta de Bryan, pero de la nada, Michaels sacó su Sweet Chin Music, Orton aprovechó de cubrirlo y Michaels, dubitativo al principio, terminó contando tres para darle el triunfo y el WWE Championship a Orton. Bryan se quedaba una vez más con las manos vacías y el WWE Universe, una vez más mascando rabia en el final de un PPV.

Como un capítulo de una de las historias mejor construidas en los últimos 10 años, es difícil separar la amargura con la que muchos quedamos esa noche versus el producto completo que vimos culminado en WrestleMania XXX. Para muchos, la sensación en ese entonces era que el push a Daniel Bryan se iba desvaneciendo en pos del fortalecimiento de The Authority y con Randy Orton como su campeón corporativo, más aún cuando Bryan fue separado de la órbita titular y de la unificación de títulos que protagonizaron Randy Orton y John Cena, y con muchos pidiéndolo como el ganador del Royal Rumble 2014. Sin embargo, y con lo antes señalado, lo mejor que pudieron hacer fue alimentar la animadversión de quienes hacían más pronunciada la pendiente de Bryan hacia la consagración, personificada en dejar a Orton como campeón, es inevitable especular que un reinado largo de Bryan en esa época habría sido disfrutable del momento, pero quizás habría terminado con un eventual victoria olvidable de Batista, o qué se yo. La decepción de ver a Triple H maquinando a favor de Orton para dejarlo otra vez como campeón fue sin duda parte de la consagración misma de Bryan.


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