Ya han pasado dos semanas desde el cambio de NXT. No solo un cambio de colores sino que un claro cambio en su producto, en lo que se desea entregar como marca y esos cambios podrían traer problemas, pero la marca siempre a tenido problemas que ha desembocado en cosas buenas.
Recordemos que NXT nació como un “game show”, haciendo que los luchadores hicieran cosas como recorrer un circuito de obstáculos o hacer una promo improvisada con una palabra (como olvidar la promo de Eli Cottonwood sobre los bigotes). Este formato pese a que fue terrible trajo cosas “buenas”, por ejemplo, Los Nexus y presento a Daniel Bryan y a AJ Lee al publico de WWE. Este formato moriría y cambiaria a una verdadera marca de desarrollo, Florida Championship Wrestling la cual pronto cambiaria al NXT que conocíamos en 2012.
Este NXT también tenia sus fallas. En sus primeros días, la marca no poseía nombres de alto calibre para establecerse y para llamar la atención, normalmente iban luchadores del roster principal a hacer presencia, ¿alguno recuerda a Bull Dempsey?. Esto cambiaria con la llegada de nuevos talentos reconocidos mundialmente: Kevin Steen, El Generico, Prince Devitt, Pac y Kenta. Con la llegada de lo antes nombrados además del trabajo en el wrestling femenino de Paige, Emma y las Four HorseWomen, NXT comenzó a ser tomada enserio. Poco a poco salió de su estatus de marca de desarrollo, entregando luchas y eventos memorables.
Con el cambio, NXT fue considerado el hijo rebelde de WWE, entregando un producto totalmente distinto al roster principal. La compañía se la jugo y NXT cambio su formato de una hora en WWE Network a 2 horas en USA Network. Pese a que duela, el tiro salió por la culata, teniendo ratings moderados y perdiendo parte de su calidad. Junto a esto vino varias olas de despido y un pésimo manejo a la hora de pasar al roster principal. Finalmente llego el cambio final, el 2.0.
Las malas lenguas dicen que Vince McMahon se aburrió de las estrellas independientes, que NXT debía crear a sus propias estrellas, debía ser una marca de desarrollo al fin y al cabo. Esto en dos episodios se ha notado con plenitud, luchas cortas para presentar nuevos personajes, luchadores poco conocidos buscando un nombre por si mismos. ¿Es esto un problema? Realmente no, como dijimos antes, NXT comenzó así. El problema es uno planteado antes, ese era un programa en la network de una hora, no un programa en una cadena internacional de dos horas que lo ven los fanáticos casuales.
El NXT colorido no llama la atención, esta presentando un show de dos horas con luchas que con suerte pasan los cinco minutos, donde varios de sus talentos aun no encuentran su personaje. ¿Puede NXT volver a brillar? Por supuesto, se ve prometedor, Rex Steiner, Carmelo Hayes, los Creed Brothers y nuestra compatriota Katrina Cortez traen cosas nuevas a la mesa, pero hay que darles tiempo y construcción, WWE esta vez no se puede guiar por ratings por que si lo hacen, esto no va a crecer.
Síguenos en nuestras plataformas oficiales de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube. También escucha nuestros podcast semanales en Spotify.