El careo entre Roman Reigns y Seth “Freakin'” Rollins recordando la historia entre ellos, la presencia de Lita, un récord Guinness y más camino a Royal Rumble. Episodio transmitido desde el Chi Health Center en Omaha, NE.
A modo introductorio, se revive la línea central del episodio anterior, con el Universal Champion Roman Reigns, su careo con Brock Lesnar y Seth “Freakin'” Rollins como su próximo rival, escogido por Adam Pearce.
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Esto, para anunciar la presencia de Seth Rollins y un “Face to Face” entre los ex-The Shield.
Además, una WWE Hall Of Famer regresa a SmackDown: Lita.
The Usos dieron el puntapié inicial del show. Los todavía SmackDown Tag Team Champions recordaron sus dos victorias en línea ante The New Day, pese a todo manifestando su respeto hacia ellos y reconociendo que son los únicos capaces de llevarlos a su límite. Asimismo, los integrantes de The Bloodline señalaron que debían estar celebrando o respaldando a su primo Roman Reigns en el “Face to Face”, pero que la autoridad les encomendó dar vuelta la página y mirar a sus próximos retadores, los que saldrán de una Fatal 4-Way Match. De esta forma, fueron los propios The Usos quienes presentaron a los cuatro equipos: Los Lotharios, Cesaro & Mansoor, Jinder Mahal & Shanky y The Viking Raiders. Los campeones dieron luz verde al combate con sendas Superkicks a Mansoor y a Erik, y se trasladaron hacia la mesa.
Fatal 4-Way Tag Team Match: The Viking Raiders vs. Cesaro & Mansoor vs. Jinder Mahal & Shanky vs. Los Lotharios. Los ganadores enfrentarán a The Usos por el SmackDown Tag Team Championship. Lucha muy dinámica, los distintos estilos decentemente aprovechados, los que dejaron algunos momentos como un Superplex de cuatro personas o un intento de Cesaro Swing a Ivar que impidió Mahal, además de spots aéreos principalmente comandados por Los Lotharios. Finalmente, los Viking destacaron más y fueron ellos los que se convirtieron en retadores al campeonato tras un Viking Experience sobre Humberto. Tras la lucha, The Usos amenazaron a los Viking con que su estilo no los detendrán.
Repaso de lo último episodio de la rivalidad entre Naomi y Sonya Deville, en la que la WWE Official otra vez abusó de su poder, ahora costándole a la de Orlando un Contender’s Match contra Charlotte Flair. En la oficina de las autoridades —que tuvo problemas de temperatura durante toda la noche y vaya a saber uno por qué— Naomi volvió a encarar a Sonya y a pedirle explicaciones por este odio inusitado, aunque estaba dispuesta “a darle un motivo para odiarla”. Sonya le volvió a explicar que “mientras tuviera su chaqueta puesta, seguía siendo autoridad”, que no entendía por qué llegaba con esa actitud de estrella cuando sólo era una extra y que una agresión contra ella podía costarle a Naomi su participación en Royal Rumble o incluso un despido. Adam Pearce apareció y sugirió regular el termostato de la oficina.
Sami Zayn se presentaba en el ring a continuación. El luchador de ascendencia siria recordó que la génesis de esta supuesta conspiración que lleva casi dos años se originó cuando “le robaron” el Intercontinental Championship, pero que ahora es retador al título que actualmente ostenta Shinsuke Nakamura y está a un paso de volver al lugar donde nadie lo debió sacar. Sami también habló de Johnny Knoxville, con quien tuvo un encontrón el viernes pasado dentro del marco de la confirmación de la figura de Jackass como parte del Men’s Royal Rumble, aprovechando también de anotarse en la lucha. Dicho esto, Sami aseguró que cada cosa que hacía Knoxville, él la podía hacer mejor, incluso ser “un buen Jackass”, y lo demostrará in situ en su nuevo segmento: “In-Zayn”.
Con la entrada al ring provista de una rampa gigante, Sami reapareció dentro de un carro de supermercado y con dos asistentes, quienes lo iban a lanzar por la rampa y cruzar el ring por el aire hasta llegar a una colchoneta frente a la mesa, pero con varios amagues, Sami decidió bajar del carro y “revisar que todo estuviera en orden”. Rick Boogs apareció y Sami le pidió que le enviara un mensaje a Shinsuke Nakamura, pero el japonés estraba detrás de él y lo liquidó con una Kinshasa. El segmento terminó con Boogs lanzando con un Military Press a Sami a la colchoneta.
Megan Morant entrevistó a Aliyah, ad portas de su debut mano a mano en SmackDown frente a Natalya. La joven luchadora admitió sentirse nerviosa porque estaba cumpliendo su sueño y esperaba dar una buena performance para no sentirse avergonzada. Natalya apareció con un libro del Record Guinness 2022 en sus manos y dijo que no había que sentirse avergonzada después de perder contra la más ganadora según lo establecido en el mismo libro. Aliyah dijo no saber que existía ese libro y se fue al ring, dejando molesta a Nattie. La canadiense quedaba al micrófono y explicó que registra tres marcas en el libro: la luchadora con más combates, más PPV’s y más victorias que cualquier mujer en WWE, y aseguró buscar una cuarta: superar los 3.8 segundos como la lucha más corta en la historia femenina en WWE.
Aliyah vs. Natalya. Para asegurar lo prometido, Nattie atacó a Aliyah antes del campanazo inicial y el árbitro determinó que esta última quedó inhabilitada para competir. Sin embargo, Aliyah rechazó la medida y no sólo hizo sonar la campana, sino que fue ella la que se anotó la victoria más rápida en la historia con 3.17 segundos.
Mientras Adam Pearce y Sonya Deville seguían quejándose por la temperatura de su oficina, en el ring Michael Cole daba la bienvenida tras casi 20 años sin pisar un ring de SmackDown a la WWE Hall Of Famer Lita. La 4-veces Women’s Champion admitió aún emocionarse con la reacción del público y, cuando se le preguntó por qué decidió volver para participar en el Women’s Royal Rumble Match, recordó varios hitos de su carrera relacionados con su amiga Trish Stratus y que las llevó a ambas integrar el WWE Hall Of Fame, por lo que sentía que lo había hecho todo. Sin embargo, dada la inexistencia de un Royal Rumble femenino en su época ni tampoco ser parte de un masculino, ella se motivó para alcanzar este objetivo de derrotar a otras 29 luchadoras y estelarizar WrestleMania, “porque todavía le queda algo que entregar”.
Charlotte Flair interrumpía el segmento y quedó a solas con Lita en el ring. La SmackDown Women’s Champion comenzó a burlarse de la presencia de Lita pensando que era un “Flashback Friday” recordando viejos tiempos y le advirtió que ella iba a ganar el Women’s Royal Rumble Match para así ella elegir a su retadora en WrestleMania, y le preguntó cómo manejaría la humillación que le hará pasar cuando la transforme en el regreso más corto de la historia. Lita respondió que ya sabía de esta versión de Charlotte y se burló de vuelta diciéndole que le sería difícil pasar gente por sobre la tercera cuerda “con esa gran cabeza”, haciendo que los presentes replicaran la burla a coro. Charlotte comparó a Lita con su amiga Trish Stratus, quien en su misma situación “le rogo enfrentarla” en SummerSlam 2019 y que la derrotó y se retiró, por lo que en Royal Rumble esperaría también retirar a Lita. La legendaria respondería amagando con una bofetada que Charlotte compró, pero se terminó desquitando de igual forma entregando un perfecto Twist Of Fate para despedirse del público de la manera que se le recuerda.
Previo a la siguiente lucha, Sheamus declaraba con Megan Morant que su protegido Ridge Holland debía estar con él a su lado, pero por culpa de Ricochet que le quebró la nariz en Day 1, no lo estaba. El irlandés culminó el segmento amenazando al aéreo luchador que le dará la pelea de su vida y que podría acabar igual que Holland.
Sheamus vs. Ricochet. Correcto combate, Ricochet lució muy completo y más allá de las habituales movidas de alto riesgo que suele usar, complementado con el selling ante un Sheamus que entró con todo y que lo castigó duramente, sobre todo en ringside con una brutal guillotina contra la estructura interior del ring. La lucha se resolvió cuando Sheamus conectó su Brogue Kick cuando Ricochet venía rebotando desde las cuerdas y logró la cuenta de tres.
Sonya Deville y Adam Pearce conversaban sobre el aire acondicionado que no estaba funcionando. Pearce fue a hablar con mantenimiento, Sonya se quitó la chaqueta por el calor y Naomi entró encarándola, haciendo alusión a que “sin chaqueta, no era jefa”. Pearce volvió viendo que los ánimos (también) se caldeaban, pero encontró justo el reclamo de Naomi, por lo que determinó que la próxima semana tendrá una nueva oportunidad contra Charlotte Flair.
Kofi Kingston ingresó al ring para leer una declaración de King Woods, abriendo un pergamino en el que anunciaba que por una lesión, se perdería el Men’s Royal Rumble Match y proclamaba al propio Kofi, su brazo derecho, como su reemplazante. Happy Corbin & Madcap Moss irrumpían rumbo al ring, Corbin dijo seguir feliz como siempre, presumió la adquisición de un reloj de 50 mil dólares y advirtió que sería más feliz al eliminar a Kofi en Royal Rumble. La pareja recordó también el brutal ataque a Drew McIntyre en Day 1 y Moss lanzó uno de sus chistes insípidos, del cual Kofi reaccionó con risas irónicas.

Kofi Kingston vs. Madcap Moss. Una lucha que sólo sirvió para potenciar a Moss, sin señalar que la victoria se la llevó de forma viciada al zafar de un S.O.S con un piquete a los ojos y conectando el Punchline, logrando así la cuenta de tres.
Y así llegábamos al plato de fondo de este SmackDown: el “Face to Face” entre Roman Reigns y Seth “Freakin'” Rollins. El público en Omaha se mostró mayoritariamente inclinado hacia el Universal Champion, quien partió con su ritual de rigor con el “Acknowledge Me” y rechazó la petición de Rollins de juntar los puños como The Shield “porque ahora eso estaba por debajo de él”. Rollins respondió recordando el rostro que puso Roman al verlo llegar a su camarín el viernes pasado y le sacó en cara su invicto en luchas mano a mano entre ellos. Roman dijo que no había que hablar del pasado y que el presente era él, The Tribal Chief, el más grandioso de esta generación y el más grande Universal Champion jamás visto, a lo que Rollins le preguntó si Roman era capaz de mirarse al espejo y decir que todo lo que ha hecho ha sido por su cuenta, porque sintió que él cargó con Roman en los tiempos de The Shield y que, cuando finalizó la sociedad, Roman necesitó de The Bloodline. “Yo te creé y yo te destruiré”, lanzó Rollins. Roman catalogó el momento como “una pérdida de tiempo” y calificó a Rollins como una superestrella por debajo de una megaestrella como él y que, si fuera por él, para RAW no habría escogido a Rollins, sino a su esposa.
Tras ese golpe bajo, The Usos intentaron atacar a Rollins por la espalda y éste logró zafar de ellos para volver a encararse con Roman y volver a eludir el peligro de los SmackDown Tag Team Champions.
Con Rollins alejándose del ring bajo la mirada de The Bloodline, finalizó SmackDown. Nos encontramos el lunes 17 en RAW.
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