Por David Bustamante
Me ha pasado un par de veces que veo algún luchador jóven interesante, puede ser en su forma física, algunos porque en pocas luchas ya logran expresar y conectar con la gente, pero repentinamente dejan de luchar y no vuelvo a saber de ellos; los motivos muchas veces los desconocemos, pero los sospechamos.
Antes de entrar en materia me gustaría aclarar algunos puntos, dentro de la lucha libre es normal la “deserción”, chicos que ingresan a entrenar y luego de algunas semanas se dan cuenta que no es lo suyo; es hasta sano que esto pase, el exceso de luchadores que debería estar detrás de las cuerdas también se convierte en un problema, el punto son los motivos. Vivimos en una escena amateur, donde los luchadores normalmente tienen otra actividad mientras luchan, también es entendible que un luchador se ausente de la escena chilena por privilegiar otros aspectos de la vida. El problema es cuando este retiro se produce por la negligencia o poco profesionalismo de un profesor.
Cuando salí del colegio quise ser profesor, estudié algunos años y decidí que no era lo mío, tome otros rumbos pero siempre mantuve esa admiración por la tremenda labor que ejerce un docente y respeto en demasía la tremenda responsabilidad que es tener las esperanzas y vocación de niños en tus manos. No cualquiera puede hacerlo, es una labor que requiere de un nivel de ética que no siempre veo en quienes dirigen escuelas de lucha en Chile.
Voy a ser claro, un profesor que se jotea a sus alumnas, algunas incluso menores de edad, no puede ser llamado “maestro” da igual que tan bien te enseñó a hacer una movida aérea. Lo pensaría dos veces en que mi hija vaya a una escuela donde se dio una situación de violencia de género y el profesor prefirió dejar al agresor porque es su alumno estrella. Usar la ilusión de niños por ser luchadores para tener staff sin costo mientras tú recibes periódicamente el dinero que genera tu show te convierte incluso en algo más grave, un miserable. Usar a niños para poder tener tu secta que te agasaja el ego debería invalidarte de por vida de enseñar. Ejemplos ficticios, o no tanto, de situaciones que hoy nadie tiene como impedir.
Hay veces que esto se produce sin intención de hacer mal las cosas, alguna vez conversando con alguien de la escena chilena me comentó como fue el cambio positivo de un profesor de lucha luego que fue a prepararse al extranjero. Entendible, pero reafirma la tesis de esta columna, hay que tener la preparación adecuada para enseñar, y no solo realizar bien movidas de lucha.
Es complejo y poco deseable que perdamos posibles luchadores por malos profesores, pero como dije es hasta esperable incluso con las condiciones correctas. Lo que es realmente inaceptable es que no solo se truncan carreras, en algunos casos hasta se generan traumas de vida, y la lucha libre debe ser la actividad que te ayuda a soportar el resto de tus problemas, no ser uno más, a veces, uno de los principales.
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Rasslin 
En lo personal , creo que a nivel mundial , la lucha libre o wrestling tiene el mismo problema que aquí se plantea , la diferencia es que en otros países es una profesión, y aún así lo problemas por falta de ética a la hora de enseñar son evidentes. Creo que al momento de enseñar , aquella persona que es luchador , debe “dejar el personaje” aún lado , y tomar otro tipo de herramientas a la hora de enseñar , de no ser así , será super notorio su falta de preparación comenzando por la ética, ya que no se puede ser un buen profesional, en todo ámbito, si se desconoce o no se aplica de esta en el trabajo. Para enseñar se debe dejar Ego de luchador a un lado , tener la vocación verdadera de enseñar, y todo lo que eso significa y para lograrlo se requiere preparación, por más exelente atleta que sea para aplicar los muchos movimientos o estilos que hay, no todos están preparado o se preparan para eso y peor aún, no buscan alguna forma de mejorar y profesionalizar su trabajo, por que dentro de todo , cada actor tiene un rol que cumplir para poder decir si en chile hay o no lucha libre profesional.
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