Por Agripino Ambrosio
Durante estos últimos años han proliferado las agrupaciones y con ello las escuelas de lucha libre, esta columna inicial, no leerás sobre pseudo profesores que fueron cancelados en el movimiento #SpeakingOut de hace algunos años atrás.
Con el pasar de los años las agrupaciones de lucha chilena, han tomado la iniciativa de implementar su escuela de lucha libre, la cual a modo personal creo que es solo para renovar las pocas huestes de buenos luchadores que en algunas oportunidades estas empresas más pequeñas aciertan o crean, los cuales con el pasar del tiempo emigran a otra agrupación, ya sea por amistad, problemas internos, cuotas no pagas, o porque un promotor se fijo en él o ella y la invitó a su promoción. Pero lo medular es la formación de estos prospectos, la edad en la que ingresan a un mundillo lleno de ego, donde cada título “ganado” te catapulta a que sean los llamados a entregar este conocimiento a las nuevas generaciones, las cuales solo quieren brillar como sus ídolos y sentirse parte de un alter ego que solo podrán disfrutar saliendo por una cortina.
La gran mayoría de estos pseudo profesores de agrupaciones no cuenta con conocimientos básicos o metodologías de enseñanza, las clases de acondicionamiento físico son impartidas por el luchador que este estudiando educación física, las clases de histrionismo o vocalización son impartidas por el luchador que tiene un personaje y muchas veces no sabe desenvolverse en el silencio de un público hostil, donde aplican el manoseado corte de manga para indicar que son rudos o el siempre útil “Vamos” para indicar que son técnicos. Quien enseña este hermoso arte de la lucha libre, es aquel luchador que tiene el tiempo para enseñar o básicamente el que puede y aquí recalco también, que no tiene conocimientos pedagógicos. Enseñar no es fácil, enseñar no es en las próximas 3 clases ya estar recibiendo algún movimiento, es un proceso lento que se debe de acomodar a prospectos que aprender con mayor rapidez y mantener un estándar para aquello de aprendizaje mas conservador.
Por eso no para este mundillo cuando alguna promoción lanza, con bombos y platillos, la apertura de su escuela, regularmente miramos quien imparte los conocimientos y es tu entorno quien juzga la calidad de esta. Espero no volver a ver a aprendices de lucha llenando portadas de un medio de comunicación, indicando que sufrió algún tipo de percance ya que cuando estos hablan, no dicen la escuela de lucha libre de… Sino la lucha libre chilena.
Es momento de cuidar lo construido y no destruir por querer alzar algún vilipendiado ego.
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