Por Carolina Cataldo Méndez.
Partiré diciendo que no es fácil escribir una columna de opinión con enfoque de género, pues actualmente en este mundo de la Lucha Libre en Chile se ha visto marcado por varias controversias en los últimos días. Pero primero que todo, creo importante que dejemos en claro quiénes son las mujeres de nuestras vidas y el rol que cumplen en este mundo terrenal. Madres, esposas, hijas, nietas, hermanas. Estudiantes, trabajadoras, cuidadoras, dueñas de casa. Y están ellas, protagonistas en cada agrupación de lucha libre a lo largo de todo el país.
Algunas recién están comenzando, otras llevan años de carrera, además de que se desenvuelven en varias caras: luchadoras, presentadoras, managers, jefas, staff, entre otras. Y no hay comparaciones entre ellas, pues cada una de las mujeres que son parte de este mundo aportan con sus diferentes cualidades.
Vayamos a lo concreto, porque yo vengo a hablar de lo que aporta cada una de las chicas, que son hechos netamente importantes dentro de este mundo: el cómo las mujeres irrumpen con un activismo innato dentro del ring.
Podemos partir por Catalina García, quien tiene una trayectoria en el extranjero espectacular, llegando a la WWE y luchando con artistas de alta calaña. También podemos mencionar a Divinna, quien el último año ha dado que hablar con su desplante en la escena luchística al ser una mujer trans que lo da todo (¡Te queremos mucho!). También quiero mencionar a Maganny de Krenn, quien al ser una de las jefas más serias en su trabajo al manejar una empresa en el fin del mundo. Roma siendo la gran matriarca de la Familia. Y así puedo mencionar a muchas más, que es una graaaaan lista.
Hay otra cosa que quiero mencionar, y es la violencia que se vive fuera del ring. Porque sí, existe un gran menosprecio del “por qué mujeres hacen deportes de hombres”. Yo creo que a varias les han preguntado, que es un deporte peligroso, de que te vas a hacer daño, de que cómo vas a luchar contra hombres, entre otros. E incluso, comentarios como marimacho o fácil por estar rodeada entre hombres.
También podemos hablar de la otra cara de la violencia, como es el caso de denuncias de parte de mujeres hacia luchadores que han ejercido abusos sexuales y psicológicos, como es el caso de Harry Marduk, o Carnicero. Y otras han sido muy valientes en denunciar violencia intrafamiliar, como lo hizo Stephanie Vaquer hacia Cuatrero en México.

Es un hecho de que 3 de cada 5 mujeres responden que han sido víctimas de abusos, es un hecho que en la lucha libre sigue existiendo machismo (y más que nunca). Yo les pregunto a ustedes, quienes me leen en este momento: ¿se han preguntado alguna vez si han ejercido este tipo de violencia patriarcal entre sus pares mujeres? Porque si no lo han hecho, CUESTIONALO.
Para cerrar, es importante que entre mujeres debemos crear círculos de confianza entre nosotras mismas, que nos pidamos ayuda si es necesario. Denuncien, y si tienen miedo, podemos apoyarnos. Sigamos luchando por un ambiente más sororo, por un espacio seguro, porque lo que más importante en este momento es mantenernos vivas. Recuerden que no están solas, porque al menos yo sí cuento con ustedes.
“Cada vez que una mujer se levanta por sí misma, posiblemente sin saberlo, sin clamarlo, se levanta por todas las mujeres”
Maya Angelou
Esta columna va dedicada a: Bárbara Hatton, Maganny, Divinna, Velena, Cate Aguilar, Guiña, Jade Irwin, Kim la más Kul, Lizz, Miss Candice, Najash, Nikki, Pandora, Roxy Gray, Tamu Vega, Treyci, Nebula, Tamara, Domina, Giuly, Lin, Mila Junne, Miss Hurt, Tormenta, Gidget, Riley, a todas quiénes pertenecen a este mundo, y en especial a Car Mattel, que si no fuera por ella, no estaría escribiendo esta columna.