Una de las historias más bizarras salieron de la mente de Vince McMahon una vez que se burló de la fe de Shawn Michaels trayendo a “God”. Revisemos qué pasó la noche del 30 de abril del 2006 en el Rupp Arena de Lexington, KY.

Ya pasamos por Backlash 1999 (ver artículo) y Backlash 2002 (ver artículo). En la tercera y última entrega con miras a la edición de este año que se celebrará en Puerto Rico, nos quedamos con una particularmente recordada: Backlash 2006.

Este evento, exclusivo de la marca RAW, contó con Triple H en el afiche y el slogan “Long Live The King”. Más de 14.000 espectadores en el Rupp Arena y cerca de 273.000 en sus casas presenciaron las repercusiones de WrestleMania 22. La rivalidad central era la defensa del WWE Championship entre John Cena, Triple H y Edge, donde los dos primeros ya habían disputado la presea en el magno evento desarrollado en Chicago. Pero lo que dejó más para el recuerdo fue la bizarra storyline que tenía a Vince McMahon parodiando al mismísimo Dios, creyéndose un ser equiparado a la deidad de la religión cristiana como mofa de la fe que Shawn Michaels profesaba, y que lo tuvo como su “compañero” en un Tag Team Match frente a Vince y a su hijo Shane McMahon.

Esto y más, en la historia que te contamos a continuación:

El primer combate lo protagonizaron Carlito y Chris Masters, dos que trabajaron en equipo desde inicios de año hasta WrestleMania 22, cuando tuvieron su oportunidad por el World Tag Team Championship ante Big Show & Kane, pero que acciones accidentales quebraron la sociedad. Esto hacía que Carlito hiciera su transición a un babyface con muchas similitudes a Eddie Guerrero, quien nos había dejado hace sólo cinco meses, dado su perfil latino y tramposo aun siendo querido y con algunos forofos con una peluca que asimilaba su cabellera. Masters buscaba el camino para la Masterlock, siendo Carlito quien la usó primero, sorprendiendo a Masters y en otra instancia, el puertorriqueño lo llevó a una esquina, conectó su Backstabber y con los pies en las cuerdas, se anotó la cuenta de tres y la victoria. Cumplidor combate para iniciar la jornada.

Como intermedio, la entonces notera Maria Kanellis presentó un pietaje en donde el WWE Universe manifestaba sus preferencias por John Cena, Triple H o Edge sobre quién se llevaba el WWE Championship en Backlash. Lita interrumpió a Maria y criticó que Edge tuviera pocas preferencias, diciendo que no se podía esperar otra cosa de la gente, la misma que la trataba de prostituta y avisó que Edge iba a ganar y que iba a tener una celebración igual de apasionada como la que todos recordamos sobre el ring, pero que esta vez iba a ser de carácter privado.

La segunda lucha tuvo a Ric Flair enfrentando a un monstruo que recién estaba irrumpiendo, Umaga (c/Armando Alejandro Estrada). El Nature Boy, en desventaja física pero con años de ventaja en sapiencia, supo hacerle frente con mucha astucia, haciendo que Umaga se estrellara en los escalones para después dañar sus piernas. Pero bastó que Umaga se recuperara para arremeter con el Hip Attack en una esquina y finiquitar a Flair con la Samoan Spike. Cuenta de tres y Umaga ya comenzaba a causar estragos.

En seguida, Mickie James defendió el WWE Women’s Championship ante Trish Stratus. Las primeras armas de Mickie en WWE fueron de la mano de esta rivalidad que la vio como la fanática obsesionada de Trish al punto de enfrentarse a ella y quitarle su título en WrestleMania 22. En la lucha, Trish siguió el juego de los besos de Mickie antes del enfrentamiento que tuvo movidas peligrosas como una patada de Trish a la cabeza de Mickie o cuando la campeona lanzó a su retadora por sobre la tercera cuerda, con una pésima caída sobre un brazo. El final, muy abrupto quizás motivado por una lesión legítima de Trish, terminó con Mickie asfixiando a la retadora con una liga y con el referee otorgando la DQ a Mickie, que siguió siendo campeona.

La cuarta lucha fue un Winner Takes All, en el cual Shelton Benjamin defendía el Intercontinental Championship ante Rob Van Dam, que a su vez ponía en juego su maletín Money In The Bank ganado en WrestleMania 22. Benjamin partió vendiendo temor por Van Dam hasta tomar ventaja luego de un Sunset Flip Powerbomb con el que mandó a Van Dam del apron al piso. Posteriormente vino un festín de buenos spots con el público motivado con la agilidad e RVD, que bien pudo terminar con el Five-Star Frog Splash, pero falló y Benjamin no capitalizó. Tras ir a buscar el maletín, Benjamin distrajo al referee, pero fue su final, ya que cuando entró al ring, Van Dam lo recibió con la Van Dominator en la cual el maletín le dio en la cara a Benjamin. Tras eso, Five-Star Frog Splash y Van Dam se convirtió en el nuevo Intercontinental Champion, además de preservar en su poder el contrato que haría efectivo en One Night Stand.

Así como el combate anterior fue de lo mejor de la noche, el que vino a continuación fue el más discreto. Big Show enfrentó a Kane, que luego de que perdieran el World Tag Team Championship entró en un trance demencial arrasando con todos, incluyendo al propio Show y a Lilian García. Esto, provocado por la mención que hacían del “19 de mayo”, fecha en la que sus padres fueron quemados vivos. Fue una lucha lenta, sin reacción del público salvo unas niñas que gritaban por Show, que era el que más poder mostraba. Kane tomaba la ventaja cuando las luces cambiaron a rojas y una voz se escuchaba diciendo “May 19th”, haciendo que Kane perdiera el control de sí mismo. Show tomó una silla y se la azotó a Kane en la cabeza, retirándose y dejando a Kane con una sonrisa retorcida. Más allá de lo malo del combate, llamó la atención que las dos parejas que se enfrentaron por un Tag Team Championship en WrestleMania se enfrentaran con sus integrantes entre sí al siguiente PPV.

Ya entrando al plano estelar de Backlash, fuimos testigos de una de las ideas más bizarras salidas del cerebro de Vince McMahon, en donde él y Shane McMahon enfrentaban al “equipo” de Shawn Michaels y “God” (Dios). Esto fue debido a la burla de Vince a la fe de Michaels luego de que se enfrentaran en WrestleMania 22 y siguió construyendo la rivalidad en torno al ente divino, donde Vince quiso mostrarse a su altura y protagonizó varios segmentos en donde él parodiaba cumplir los mismos milagros que dice la biblia.
Con Vince y Shane en el ring, el mandamás pidió la presencia de “God”, la que apareció representado por una luz que se movía por la pasarela con música celestial. A raíz de esto, Vince dijo que “God” estaba en SU casa y que debía entrar “al estilo WWE”, poniendo una música más bailable, lo que sacó todas las dotes histriónicas de Vince. Además, este último pidió al referee que “revisara” a “God”, abofeteándolo cuando el referee mostró más desconcierto que obediencia. Vince terminó anunciando que esta lucha iba a ser una No Holds Barred Match.


Tras ingresar Michaels, Vince dijo que él y “God” se irán al infierno, lo que desató la furia de Michaels. En el escenario de entrada se dieron los mejores momentos, con Michaels lanzándose con Vince desde la altura del escenario, para luego ser recibido por Shane con un silletazo, lo que le provocó la habitual hemorragia que alimenta el carácter heroico del Heartbreak Kid. Con eso, comenzaron a dominar los McMahons usando algunos artilugios como un basurero que Vince se lo plantó en la cabeza a Michaels.

Viéndose con la tarea prácticamente cumplida, Vince “se dirigió” a “God”, a quien después señaló que estaba abandonando el edificio. Vince intentó una Superkick, pero comenzó el comeback de Michaels, ayudado por el propio Shane que le dio un silletazo a su padre por accidente. Michaels preparó el camino para dos mesas, donde recostó a un McMahon en cada una, sacó una escalera para lanzarse desde la cima, pero al ver a The Spirit Squad, Michaels cambió su plancha de dirección. No obstante, el quinteto fue mucho para Michaels, quienes lo devolvieron al ring, lo lanzaron contra las mesas y pusieron a Vince sobre Michaels para que referee contara tres a favor de los McMahons. Buen combate, pese a lo bizarro de la storyline.

Vimos un segmento de Matt Striker, que en su personaje de “teacher”comenzó a insultar a la gente de Kentucky, afirmando que es un estado que sólo se conoce por KFC y por tener referentes del basketball con problemas legales más que por la educación de sus habitantes, por lo que pretendía ayudarlos siendo su maestro. Para eso, Striker trajo a un individuo que representaba la inteligencia de Kentucky, recibido con mucho cariño de parte de sus coterráneos: Eugene. Al intentar abrazar a Striker, Eugene fue insultado por el profesor, quien le pidió que escribiera su nombre en la pizarra de la puesta en escena, a lo que Eugene escribió “STRIKER LOVES POOP” (ama la caca). Tras incentivar al público a decir la frase, Eugene comenzó a escarbar en su nariz sacando cierto material mucoso, el cual y tras un descuido de Striker, se lo metió en la boca. La humillación aplaudida por el público culminó con una Stunner de Eugene.

El evento central de Backlash 2006 fue la Triple Amenaza por el WWE Championship, donde John Cena defendió ante Triple H y Edge (c/Lita). Esta lucha se construyó en torno a la revancha que pidió Triple H tras perder con Cena en WrestleMania 22 y con Edge metiéndose en la ecuación por su victoria ante Mick Foley en el mismo magno evento en Chicago.
La lucha comenzó con Edge marginándose de la acción, dejando que Triple H y Cena se atacaran, sólo interviniendo en los pins, hasta que los dos decidieron llevar al canadiense al ring a la mala y establecieron una suerte de competencia sobre cuál de los dos masacraba mejor a Edge en la mesa de comentarios. La cuota dramática la puso Triple H, con un rostro completamente ensangrentado, logró soportar una STF de Cena levantando su brazo en la última instancia. El referee era sacado de la acción y Lita entró con una silla, pero HHH respondió con un Spinebuster y amenazó con atacarla con la silla, aunque terminó dejándola de lado sólo para aumentar su amenaza con su mazo personal. Edge llegaría para un spot concatenado de los tres, Triple H buscó el Pedigree, pero Cena sacó un Jackknife para revertir la posición y quedar con la cuenta de tres a su favor, para así mantenerse como el WWE Champion.

De esta forma, finalizó Backlash 2006, un evento que fue de menos a más, con el RVD vs. Benjamin y las dos luchas estelares como los puntos altos. Claramente lo más llamativo fue la storyline que involucró a “God” no sólo potenciada en segmentos en RAW como cuando Vince y Shane entraron a una iglesia, sino también en este mismo Backlash, con la multiplicación de pan y pescados, la sátira de caminar sobre el agua y la “sanación” de Candice Michelle, esto último abrazando la vergüenza ajena.

Con estas tres ediciones, hemos finalizado el ciclo de Rasslin Retro camino a Backlash. Por mientras revisa las ediciones que ya hemos revisado.


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